Salud

Procesionaria del pino: una plaga que causa muchos daños

La procesionaria del pino es una criatura mencionada a menudo por los dueños de los perros, que advierten a otros del peligro que puede llegar a ocasionar. Y es que se trata de una verdadera amenaza; pese a que no se suele asociar a las orugas con el potencial de matar, esta especie ha causado la muerte de muchos perros y otros animales. Convirtiéndose en un tipo de oruga que se debe de manejar con cautela.

La procesionaria del pino se ha hecho especialmente presente entre los propietarios de perros, causando sarpullidos dolorosos y con picazón, o en el peor de los casos, un shock anafiláctico mortal.

Es tanto el impacto de la procesionaria del pino en las zonas mediterráneas que existen incluso sitios web como https://www.procesionaria.net que recopilan toda la información relacionada contra esta especie de oruga tan peculiar. Por lo que es buena idea consultarlos para obtener información más especializada.

Los daños de la procesionaria del pino

La procesionaria del trigo, tal y como ocurre con otras plagas similares, es capaz de provocar múltiples daños, los cuales se mencionarán a continuación.

Daños ecológicos

Los daños de la procesionaria del trigo se consideran del tipo «plagas primarias«, ya que provocan el debilitamiento de los árboles mientras se alimentan con sus agujas.

Son causa indirecta de la mortalidad de los árboles al exponerlos a plagas secundarias, especialmente a diferentes especies de escarabajos de la corteza. La procesionaria del pino daña el árbol durante las etapas larvarias.

Daños económicos

La alimentación de las larvas de la procesionaria del pino debilita y desfigura los pinos. Esto no sólo conduce a la disminución de la resistencia de los árboles por causa de la defoliación, sino que también conduce a la desecación de los árboles debido a las plagas secundarias, que causan pérdidas económicas en los bosques.

Daños para la salud

Las procesionarias de pino son una amenaza para la salud humana y animal debido a sus pelos alergénicos. Pueden ser responsables del coma y las muertes, especialmente sufriendo de asma, enfermedades respiratorias superiores e inferiores al provocar la hinchazón de sus nódulos linfáticos.

Estos pelos causan irritaciones dolorosas de la piel, picor, urticaria, alergias, edemas, reacciones alérgicas e infecciones oculares a los humanos y animales. Además, el contacto con el pasaje respiratorio también puede causar infecciones del tracto respiratorio como rinitis, faringitis, bronquitis.