Cultura

¿Quiénes fueron los aztecas?

Los aztecas eran la parte indígena que habitaba en lo que ahora conocemos como México. Su historia es impresionante. Los mexicas pasaron de ser una tribu nómada a convertirse en el poderoso Imperio Azteca, que tuvo que hacer frente a los conquistadores europeos liderados por Hernán Cortés. Los españoles construyeron la actual Ciudad de México sobre las ruinas de la metrópolis azteca de Tenochtitlán.

Tenochtitlán – Capital del Imperio Azteca

Imperio Azteca
Imperio Azteca. Foto por DEZALB en Pixabay.

Tenochtitlán comenzó como un pequeño asentamiento de los mexicas, como también se conocía a los aztecas. Sin embargo, bajo el liderazgo previsor, la ciudad se expandió rápidamente y floreció. Los aztecas crecieron en fuerza e influencia. Por un lado, a través de las relaciones comerciales con pueblos extranjeros y los matrimonios selectivos; por otro, mediante las batallas de conquista. La coalición tripartita de Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan estableció la supremacía en torno al lago de Texcoco y en todo el valle superior de México.

Guerreros de los aztecas

A partir de una turba débilmente armada surgió un magnífico ejército, con los muy venerados y temidos guerreros jaguar y águila como tropas de élite. Cuanto mayor era el mérito de un guerrero azteca, más lujosamente vestido y armado estaba. Los soldados luchaban con espadas de hoja de obsidiana, hondas, garrotes y lanzas, y se defendían con escudos. El simple hecho de aparecer con pinturas de guerra y máscaras de animales, así como el espeluznante grito de guerra, debían ser suficientes para asustar a los adversarios.

Campañas de conquista

Los aztecas expandieron su reino con la ayuda de su ejército. En menos de un siglo conquistaron las fértiles tierras bajas del sur, hasta la actual Guatemala y las tribus mayas que allí habitaban. Siguieron hacia la costa oriental y se hicieron con el control de las tierras hasta el Golfo de México. El imperio, por otra parte, no estaba muy ordenado. No siempre se construyeron fortalezas y se dejaron tripulaciones para vigilar la nueva frontera.

Además, el enorme ejército avanzaba amenazando con el castigo en caso de sublevación. Las ciudades y pueblos sometidos debían pagar tributo en forma de jade, tabaco, caucho, algodón, plumas valiosas, joyas, frutas, verduras y cacao. Los aztecas siempre regresaban de sus campañas con prisioneros que eran requeridos como esclavos o sacrificios humanos.