Ciencia

Para qué se usa el hipoclorito de sodio

Tanto a nivel industrial como en las labores domésticas, el hipoclorito de sodio cuenta con un lugar bastante especial y es que este compuesto químico cuya fórmula es NaOCl es nada más y nada menos que el ingrediente protagonista de la lejía, por lo tanto es recurrente en labores de limpieza y en aquellas donde se busca desinfectar en pro de garantizar una buena asepsia.

Con una tonalidad entre amarilla y verdosa, esta solución acuosa suele presentar un 10% de cloro activo con aproximadamente de 1 a 5 g/l de soda residual, además tal y como se muestra en https://www.clorurodesodio.org/hipoclorito-de-sodio su olor característico lo convierte en un producto casi que inconfundible.

El hipoclorito de sodio y sus usos

Históricamente, se encuentran datos de su uso a partir del año 1785 cuando Claude Louis Berthollet empezó a emplearlo como blanqueador, contrario a lo que muchas personas suponen, el hipoclorito de sodio es bastante versátil al momento de ofrecer sus muchas bondades, aquí te contamos sobre algunas.

  • Potabilización del agua: si se utiliza la cantidad correcta es posible aprovechar su característica de oxidante para tratar el agua y liberarla de microorganismos y bacterias. Se usa para el tratamiento de aguas residuales como también para el mantenimiento de las piscinas.
  • Limpieza de la ropa blanca: quizás esta sea la función más popular del químico que nos ocupa y es que al encontrarse en la capacidad de absorber el color y quitar manchas es casi que un obligado dentro de cualquier hogar.
  • Odontología: aprovechando su amplio espectro microbicida que ayuda a combatir bacterias, los procedimientos de endodoncia, por ejemplo, suelen incorporar su uso.
  • Industria de los alimentos: se utiliza para la desinfección de los equipos y para elevar la calidad en el procesamiento de frutas, verduras y hortalizas, pues es un gran recurso para prevenir enfermedades ocasionadas por el consumo de estos.

Un gran agente desinfectante

Al ser letal para varios microorganismos, virus y bacterias vegetativas, el hipoclorito de sodio es un agente imprescindible, por ejemplo, en los hospitales para la limpieza de las sábanas, salpicaduras de sangre y eliminación de olores. Su concentración puede variar de acuerdo al propósito de su uso, pero lo que si es un hecho es que su propiedad desinfectante es la que le confiere esa gran relevancia que ha alcanzado con el pasar de los años.

Además de lo anterior, cabe señalar que se consigue sin inconvenientes y a bajo precio, de manera que todo se encuentra más que dado para disfrutar de sus beneficios.