Salud

Los monocitos y su función defensiva

Entre los diferentes tipos de glóbulos blancos que circulan en nuestro torrente sanguíneo, los monocitos corresponden ciertamente a una variedad que llama la atención no solo por su tamaño prominente sino también por el importante papel que juegan en todo lo relacionado con el sistema inmunológico. Es así como sus valores altos o bajos tienen mucho que ver con vulnerabilidades que hablan generalmente de infecciones, enfermedades crónicas y tumores entre muchas otras condiciones médicas.

Por supuesto, antes de iniciar un recorrido que permita conocer a fondo el trabajo que realizan, es fundamental establecer de manera sencilla que son los monocitos ya que solo de esta manera se podrá dimensionar fácilmente la trascendental labor que desempeñan. Así pues, podemos describirlos como leucocitos de mayor tamaño generados por la médula ósea que viajan por la sangre con el objetivo de eliminar microorganismos y restos celulares que puedan resultar dañinos.

Los monocitos y el sistema inmune

Cada célula que hace parte de nuestro organismo cumple una misión diferente y en el caso particular de los monocitos estos se encargan de la fagocitosis, un proceso que en otras palabras equivale a descartar residuos celulares y microorganismos. Gracias a este actuar el sistema inmunológico dispone de una primera línea de acción para defenderse de sus atacantes ya que son estos antígenos peligrosos lo que pueden desencadenar cambios negativos en la salud.

A partir de los resultados de valores de monocitos en sangre es posible determinar en cual nivel de actividad se encuentra el sistema inmune, por consiguiente de acuerdo a si se trata de monocitos altos o bajos el profesional establecerá un plan de acción conforme a las condiciones y necesidades específicas del paciente.

Monocitos altos y bajos

Las fluctuaciones en los recuentos de monocitos permiten determinar si la persona presenta monocitos altos, monocitos bajos o simplemente valores normales y en equilibrio. En el caso de los monocitos altos, esta condición recibe el nombre de monocitosis y suele interpretarse como un indicador de trastornos autoinmunes, procesos inflamatorios asociados a infecciones y en general síntomas como fiebre, fatiga y malestar general.

Los monocitos bajos por su parte tienen mucho que ver con ciertos tipos de medicamentos, con déficit de vitaminas o tratamientos de quimioterapia. Finalmente, es necesario anotar que los niveles de monocitos resultan ser un gran apoyo para el diagnostico de diversos cuadros clínicos por lo tanto más que una enfermedad como tal suelen hacer parte del listado de síntomas que maneja el cuerpo para manifestar que algo no va bien.