Cultura

La oración como fórmula para tener un buen día

Aquella lucha por salir a tiempo de la cama y prepararse física y mentalmente para las actividades diarias, encuentra gran apoyo y alivio en la oración de la mañana, una manera de proveerse de la fortaleza y el estímulo necesario que solo se desprende de la seguridad que emana el sentirse bajo la protección de Dios. Así pues, hablaremos un poco sobre la oración como fórmula para tener un buen día ya que al tratarse de un alimento espiritual, consumirlo a primera hora representa el decirle sí de manera contundente a la presencia del Señor en nuestra jornada y con disfrutar de todos sus dones.

Por supuesto, no siempre resulta fácil el adoptar esta acción como un hábito, pero una vez se decida acceder a esta oportunidad, el creyente seguramente experimentará cambios tan significativos y positivos que ya nunca más volverá a prescindir de este diálogo divino uno vez abra los ojos tras el descanso nocturno.

Orar para tener un buen día

El momento que tiene lugar inmediatamente una persona despierta en la mañana es sumamente vulnerable, es así como el primer pensamiento que llega a la mente tiene la facultad de programarnos para experimentar tanto motivación como pesadumbre y la oración como bien sabemos en sinónimo de alegría, gratitud y sobre todo de aliento.

Reconfortarse a partir de la comunicación con Dios es tal y como se señala de manera oportuna en https://www.oraciondelamanana.net una inmensa prueba de fe que nos hace merecedores de su bondad, de su cercanía y de la abundancia de su misericordia, factores imprescindibles para enfrentar toda esa serie de situaciones que han de poner a prueba la paciencia y la humildad del corazón que tanto se requieren para ser en todo momento hijos que agradan al Padre.

Despertarse en cuerpo y espíritu

Las distintas obligaciones y distracciones propias de las vida terrenal han conseguido que las personas muchas veces nos comportemos casi que como autómatas que solo piensan en la producción económica y el entretenimiento superfluo, por tanto destinar los instantes iniciales de la jornada equivale a conectar con la dimensión espiritual facilita el recordarnos a nosotros mismos que definitivamente no podemos solos y que contamos con la sabiduría y el remanso de paz tan propios de Cristo.

Darle prioridad a lo sagrado y pedir por pensamientos claros que realmente se acoplen a las enseñanzas de las escrituras es tan solo una pequeña parte de los alcances de la oración matutina.