Cultura

La leyenda del Castillo de Las Caldas en Oviedo

Tal y como si se tratara de un lugar sacado de cuento, Oviedo, ciudad española y capital del Principado de Asturias, dispone de un emblemático conjunto monumental rodeado por el río Gafo al que muchos se refiere como Castillo de Priorio o Castillo de Las Caldas. Casi que cubierto por la hiedra y escondido entre algunos árboles, lo cierto es que esta fortaleza llama la atención tanto por sus características como por la leyenda que protagoniza y que es justamente sobre la que hablaremos en esta ocasión.

Si bien el edificio original se construyó durante la época de Alfonso II, tiempo después pasó a ser propiedad del obispo de Oviedo hasta que finalmente en el siglo XIX fue reconstruido para dar lugar a lo que puede observarse actualmente y que se reconoce como patrimonio histórico español a pesar que sus dueños oficiales son la familia Quijano Morenés.

El Castillo de Las Caldas y su leyenda

En cuanto a la particular leyenda que lo acompaña, cuenta la historia que cierta vez Irene, la hija del dueño del castillo se enamoró de un paje llamado Pablo y por lo tanto tuvieron un romance. Sin embargo, una vez su padre se enteró de la situación este lleno de furia atacó al paje con su potente espada, pero Pablo lejos de resignarse se defendió y en medio de la lucha terminó por darle muerte al padre de su amada.

Irene dominada por el dolor de perder a su papá, maldijo a Pablo, así que este huyó para luego terminar con su propia vida lanzándose al río. Se dice que aún es posible ver la sangre del padre de Irene pues con esta quedó plasmada en una roca.